La fabricación da el salto a la personalización. Es la nueva forma de fabricar en 3D por la que apuestan los países más industrializados que está revolucionando la forma de fabricar. Supera la barrera del precio para hacer piezas únicas o series cortas, supera la barrera de la geometría espacial (libertad de diseño) porque fabrica por deposición de capas de material. Puede fabricar cualquier diseño de una sola pieza, sin montajes ni soldaduras. ¿Ciencia ficción?
Europa quiere eliminar la dependencia de terceros países en la fabricación de algunas piezas y para series cortas. Para ello se está volcando en la fabricación aditiva, una forma barata y sofisticada de hacer productos que supera todas las barreras. Dicen que provocará la tercera revolución industrial y abrirá las puertas a nuevos modelos de negocio. Con fabricación aditiva se puede hacer desde un martillo de una sola pieza hasta la pieza más sofisticada para un avión. Empresas del sector aeronáutico como Airbus o Boeing ya utilizan esta tecnología. Ambas tienen centros de I+D de fabricación aditiva.
La fabricación aditiva será una de las tecnologías utilizadas en las fábricas del futuro. Estados Unidos y Europa están emprendiendo proyectos sobre otras formas de producción capaces de frenar la deslocalización industrial y servir a un consumidor muy exigente. Serán fábricas de bolsillo muy flexibles que irán por el camino de robots modulares adaptables a series cortas o de máquinas de fabricación aditiva (fabricación en capas sumando polvo de los materiales del producto) para hacer productos únicos y de alto valor añadido.
Con la fabricación aditiva desaparece el antiguo concepto fabril de moldear materiales o hacer máquinas para fabricar piezas concretas. Una máquina de fabricación aditiva o impresión 3D puede hacer cualquier pieza que le indique el software de diseño, cogiendo el polvo del material que necesite. Y en el futuro se podrán coger diversos polvos para fabricar piezas de varios materiales. Bienvenidos a la tercera revolución industrial.
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