Existe diversidad de tecnologías de impresión 3D, tanto para imprimir en metal como en plástico pero no todas ofrecen la misma calidad, robustez o disponibilidad de materiales. En el caso de la impresión 3D de materiales metálicos nos encontramos con tecnologías de deposición directa como el Laser Cladding o tecnologías de cama de polvo con impresión metálica con aglomerante (binder), la fusión por haz de electrones (EBM) o por láser (SLM). Para la impresión 3D en plástico la variedad es mayor, siendo las más comunes la estereolitografía (SLA), la impresión con filamento (FDM), el binder jetting o el sinterizado en cama de polvo (SLS).
La impresión 3D de plástico mediante Fused Deposition Modelling (FDM) es la más común, esto hace que la disponibilidad de materiales sea inmensa, pudiendo imprimir desde materiales flexibles a plásticos ingenieriles de altas prestaciones cargados con fibra de carbono.
Por otro lado, la relativa simplicidad mecánica de estos equipos hace que ya existan en el mercado impresoras de impresión por filamento profesionales de gran formato, que ofrecen la posibilidad de fabricar piezas de gran tamaño con la misma robustez y calidad de las piezas pequeñas.
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